¿Montse estará sola?
Tenía
meses sin leer una novela que me gustara. La última había sido Divisadero de Michael Ondatjee. Aunque
soy un lector omnívoro, las novelas son mi pasión y las leo por montones hasta
conseguir al menos una que me acompañe todo el año, con suerte dos o tres.
Apenas pude tomarme un café con Álvaro Ríos para devolverle el libro, le
pregunté si sabía en dónde podría comprarlo y me dijo que era muy difícil, pero
que otro amigo en común lo tenía. Yo se la regalé hace un tiempo, dice Álvaro,
pero no la ha leído. Y en la noche le escribí a mi amigo y me confirmó la
noticia, le pedí que me la vendiera y, como nos veríamos al día siguiente para
reunión oficial del Grupo Quincena Leones, cerró chat con unas palabras
parecidas a estas: Mañana hablamos bien. Buenas noches.
Estuve
con aquella expectativa durante el transcurso de la mañana. Cuando llegamos a
la reunión vi cómo se aproximaba con el libro debajo del brazo, lo quería
sentir entre mis manos; quería, además, que formara parte de mi biblioteca
personal lo antes posible. Y me dijo esto: Te iba a regalar la novela, pero
tuve consulta con el médico, me tocó esperar un rato largo y como sólo tenía Mira si yo te querré en mis manos, la
abrí y descubrí una bella dedicatoria de Álvaro. Así que no puedo dártela…
En
la novela el autor nos envuelve con una técnica que me recuerda al movimiento
de un gato hidráulico; para ir avanzando hay que terminar un capítulo, volver
al inicio, y continuar… Así nos mantiene, entre idas y venidas en el tiempo
hasta que llegamos al fin al final de la novela. Y aunque la anécdota es
simpática y común, la obra no pierde fuerza, pues Leante es suficientemente
astuto para ligarla al conflicto histórico de los saharauis y la sociedad
catalana del siglo pasado.
Pasó el tiempo y seguía
acompañándome aquella sensación de delirio que sufría Montse, la protagonista
de la novela, en las primeras páginas. Tres días tardé en leerla. Me gustó
tanto que comencé a dejar publicaciones en mis redes sociales y el conteo regresivo
de páginas: “No sé si Montse Cambra y Santiago San Román se volverán a
encontrar, pero ya será mañana que me entere [214/308]. Buenas noches…” (de Facebook, 24-09-2017, cerca de
medianoche).
Montse y Santiago San Román se
encontraron de una forma que me ha marcado por completo, sigo pensando en ella
y hay días en los que me levanto con ganas de llamar a Luis Leante y pedirle
que me cuente si sigue en contacto con ella, si Montse está bien o ha vuelto a
tener divagaciones y está sola en un hospital de Barcelona o caminando por el Sahara…
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Figura de mujer junto al mar a la puesta de sol de Leandro, nacido en Bilbao. Óleo, 2007, www.artelista.com |
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